Ciclotimia de una experiencia

............................LA MUERTE COBRA SENTIDO EN LOS QUE QUEDAN VIVOS

Esa mañana me desperté con ganas de salir corriendo, no aguantaba mas estar acostado: la cintura me dolía; en la nuca tenia una contractura, que según como me movía, punzaba de una forma tortuosa.
Hice sonar mis huesos en movimientos secos, empecé por la espalda, obvié el cuello y estiré las piernas y me dispuse a desayunar, leí el diario muy rápido, casi deteniéndome en esas fotos impactantes, un accidente de un ómnibus con un tren había provocado 19 muertos y 57 heridos, la política seguía tan estática y silenciosa como desde que cambió de gobierno.
Salí unos minutos antes que lo normal para el laburo, esta vez me dispuse caminar mas, sin duda quería huir de mi casa y disfrutar de ese sol, el cielo era turquesa intenso, estaba fresco y solo unas finas nubes intentaban opacarlo, caminé tan entretenido que olvidé evitar a Marco el portero de la esquina, con quien tenia una excelente relación pero era insoportablemente alegre y de voz muy fina para este lunes, Marcos estaba baldeando estático en un mismo lugar y en silencio, no sonaban los tangos que suenan en su compañía. "Che no es para tanto la próxima fecha ganan y listo, cuervos muertos de hambre" dije mientras pasaba saltando la manguera. giró sobre sus hombros y sonrió "como te va che?" su mirada ahora me había encontrado parecía haber llorado, "creo que mejor que a vos cuerv..." me detuve en seco al notar su cara inexpresiva, el se apresuró a hablar: "mi hija me venia a visitar, estaba en la costa y venía en el colectivo que se metió abajo del tren, no tengo noticias, nadie me contesta y tengo un terrible sentimiento, me siento sin ganas de de nada, ella venia para mi cumpleaños mañana, las cosas tiene que ser al revés los hijos entierran a su padres, cuanto daría para invertir todo, mi vida por la de ella, mi viejo cuerpo devastado por el lleno de vida de ella. Que mierda! que mierda" Marco no se contuvo y quebró en un llanto desesperado a modo de desahogo, yo que no soy bueno conteniendo gente solo lo abracé casi me contagia el llanto, conocerlo tan alegre y ahora así quebrado por su hija que yo ni siquiera sabia que existía, trate de calmarlo. le expliqué que no todos murieron que hay algunos sobrevivientes que están heridos y que podríamos averiguar en cuanto regrese, yo me encargaría de buscar la información necesaria en el trabajo, pareció convencido y siguiendo en su misma pose baldeando esa misma baldosa y con su misma mirada perdida.
Al llegar al trabajo entré en todos las paginas Web de noticias y trate de buscar información, en la descripción de las victimas predominaban las mujeres 10 mujeres al menos y 9 hombres, era desalentador triste y muy amargo la sensación de incertidumbre, 19 victimas anónimas que aún no estaban ni reconocidas, llamé a los hospitales y la información era desalentadora y automática.
Al volver pasé por la esquina de Marco, el edificio estaba revuelto: lleno de gente, vecinas escandalizadas, con los ojo húmedos; entré apresurado y lo vi. al viejo ahi colgando de la manguera en el medio del hall de entrada, su lengua estaba tapando su boca morada y los ojos cerrados: parecía dormido, solo me tomé la cabeza y esperé, al igual que los demás, a que llegara la ambulancia y lo lleven.
Llegué a casa sin comprender nada, aún era de día, un día irónicamente perfecto hermoso, que parecía burlarse de mi, encendí el televisor y los noticieros seguían en vivo transmitiendo de entre los fierros del accidente, mostrando los restos del equipaje y las butacas retorcidas, leí el titulo y decía 18 muertos y 57 heridos, me refregué los ojos volví a leer lo mismo, faltaba uno, estaba seguro que en la mañana habia uno mas, cambié de canal las cifras eran las mismas: 18 muertos, en todos los canales habia disminuido un muerto, agarré los diarios que habia comprado hoy a la mañana y mágicamente el numero habia cambiado a 18, no se como describir esa sensación que me paralizó, el terror, la alegría, el asombro, la incomprensión, todos mezclados pasaban por mis venas llegando al corazón que latía aceleradamente, notaba como vibraban las venas hacia el cerebro que trataba de comprender mientras se oxigenaba con esa sangre revuelta y excitada, la contractura de cuello no molestó, me quite los zapatos y me tiré en el sillón que ahora apuntaba a la ventana de mi piso 15, el atardecer estaba empezando, me quedé contemplándolo en una especie de llanto alegre que por momentos se mezclaba con patetica tristeza, "el viejo Marco como siempre habia tenido razón, se salió con la suya"