PABLO [cuento corto, posible guion]

Tomar exmamenes con este calor, la proxima paso licencia no me agarran mas- pensaba la joven mujer mientras se arrimaba a la puerta para ver la lista deprolija realizada por los mismos alumnos, entre que nos saben escribir, tienen letra de mierda y los nervios, que mierda dice aca?- siguió penensado la docente mientras con el dedo descifraba el nombre de un tal Bruno Lapez, lopez se corrigió acudiendo a su sentido comun, asi mismo abrio la puerta y gritó: Lapez Bruno.
Es lopez, respondió el joven timido de una altura fuera de lo noral, con una remera negra que recordaba no se que recital y una nariz larga y recta en su palido rostro, la mujer se corrió y al ver que aun faltaban todos esos que ahi afuera esperaban sentados con hojas tachadas y resumenes en mano el humor se le fue por el piso.
Bruno caminó y espero a sentarse frente a la mujer.
De que vas hablar? pregunto en un esfuerzo inexplicable por simular ser simpatica, tomó la libreta del joven y comemnzó abanicarse.
-discurso platonico, digo...discurso aristotico- se apresuró a decir torpemente el pobre estudiante que ya tenia gotas de sudor que caían de su frente.
No, no y no pensó la mujer por que justo arisotles, 12 personas ya intentaron hablarme de aristotles en lo que va de esta tarde y ninguno supo decirme nada, por que? que hice mal?.
El joven empzó peor para seguir embarrandose aun mas, esos momentos le daban cierto placer preguntar por cosas que sabia que le eran imposible de responder, pero no sabe en que momentoe se olor que vino quien sabe de donde toco el primero de sus sensosres olfativos. ese perfume era el de Pablo, estaba segura. ese perfume que la hacia recordar aquellas salidas nocturnas, esos besos en el auto mientras afuera llovia, las cenas, las charlas en los zaguanes, que bello, los pensamientos de la muejer se interrumpian por las barrabazadas que decia el alumno. pero las perdonaba, preferia seguir recordando a su Pablo. los sonidos comenzaron ahora a escucharse adentro de su cabeza, aquella discusion, esa pela fianl en su habitacion, los gritos de ella cada palabra tan clara como un libreto melodramatico. le vinieron a la memoria imagenes sueltas: romper sus crtas, tirar por la ventana con el iluso deseo de pegarle mietras se iba, varios regalos, el joven seguia o intentaba seguir con su aristotles poco estudiado, depues sonó un telefono mental y recordo aquellaa charla, en al que le confirmaban que Pablo era inocente y que lo que habia hecho fue una estupidez.
el joven estaba ya en silencio esperando alguna pregunta, la mujer descubrió0 que era de este estudainte que venia este aroma, no dijo nada, tomo la libreta y le puso un siete. El estudiante quedó sorpendido. Y ELLA EN PAZ, NO SE COMO NI POR QUE, PERO CON ESE SIMPLE GESTO AHORA ESTABA A MANO, A SU MANERA, CON AQUEL AMANTE QUE INUTILMENTE HABIA DEJADO IR POR SU CULPA.